Bueno, pues 29 días han pasado, en un plis, y todo más o menos igual.
Sigo en la misma situación, he hecho dos entrevistas de trabajo, y estoy intentando ponerme al día en las materias que dominaba cuando empecé a trabajar, y que se abandonan cuando uno se ve inmerso en la espiral de la rutina laboral.
Pero empecemos por el principio, el asunto de solicitar la prestación de desempleo es fácil, tuve que ir dos veces pues si tienes hijos debes llevar el libro de familia, cosa que la autómata del primer día podía haber mencionado. Aparte de eso, todo bien, rápido y sencillo.
En otro orden de cosas no hubo manera de rascar nada a mis antiguos contratistas, nada, cerrados en banda, y con las cosas bien hechas, tuve que aguantarme y finalmente ir sonriente a firmar el finiquito. Ahora soy supuestamente libre, que es más de lo que se puede decir de los que se quedaron, que tienen que apechugar ahora con los recortes, y penurias varias. ¡Ánimo!
En este tiempo, he estado buscando nuevos contratistas, y aunque hay movimiento, mis habilidades están un poco anticuadas, y necesitan ser recicladas, así que ya tengo una tarea, ponerme al día, leer, estudiar y ver lo que ha estado evolucionando la cosa en los últimos cuatro años. Todo con la idea de continuar la búsqueda tras los calores del verano.
También estamos tanteando la posibilidad de ponernos por nuestra cuenta, sin patrones, sólo marineros, pero dada mi inexperiencia en esos temas, no se si será posible llevar a cabo este proyecto, si quiera empezarlo. Por de pronto acepto ideas, y sugerencias de gentes versadas en estos menesteres, y que conste que no me despeino, por cambiar drasticamente de profesión, hay que encontrar el camino, aunque no sea el de la espada. Otra posibilidad existente es abandonar el imperio, porque reconozcámoslo, últimamente el imperio da un poco de pena, unos fagocitando, y otros siendo fagocitados. Menos mal que (modo ironía ON) siempre nos quedará el fútbol...(modo ironía OFF)
Mientras tanto, pasan los días, y yo sigo aquí, haciendo cosas extrañas como estudiar, cocinar platos exóticos, pasar calor, y lo mejor de todo, estar con mis vástagos. Estoy tranquilo y feliz.Hace semanas que no me muerdo las uñas, y por ahora no me aburro. Además se aproximan las vacaciones, y este año traen una novedad, ¡iremos a la montaña!, ya está bien de playa todos los años, éste toca monte. Bueno, vaaale, después iremos a la playa también, pero tenéis que entenderlo, provengo de de una isla.
Y ya, a modo de conclusión, tristes y recientes noticias, me han dotado de cierto grado de iluminación, llegando a entrever cierta verdad universal, nada de todo esto importa. Tu familia y amigos son el auténtico motor de la vida, el resto, patrañas.
¡Patraña!... mmm, como mola esa palabra, no tanto como salchichón, pero también está bien.