Bueno, aprovechando el salón del cómic de Barcelona, los distribuidores inundan las tiendas con cientos de publicaciones. Y nosotros pobres e indefensos aficionados, no tenemos más remedio que comprar algunos y descartar otras.
Bien, en este caso yo he caído con una publicación que a priori me llamó la atención.
Mouse Guard. Otoño 1152.
La primera lectura me da una impresión bastante sólida: No es para tanto.
Si amigos, uno se deja influenciar por unas cuantas ilustraciones chulas, algunas menciones especiales y premios y se compra esta obra por el astronómico y totalmente desorbitado precio de 20 créditos imperiales (ya hablaré algún día de los precios que impone Norma Editorial a los cómics).
Bueno, pues uno termina de leerse el carísimo cómic y se queda con la sensación de que no es para tanto, el argumento no aporta nada más allá de la "originalidad" presentada por que los personajes sean unos pequeños roedores. La parte más chula es la correspondiente a las últimas páginas, con ilustraciones, mapas y cosas así. Ni siquiera el "arte secuencial" es digno de mención, las escenas de acción son muy estáticas. Lo realmente destacable son los escenarios, y localizaciones, muy bonitas todas.
En fin, me imagino que los americanos no están acostumbrados a las historias de corte medieval, y cualquier cosa les impresiona. Aquí con los buenos ejemplos de cómic francés tenemos historias mucho más elaboradas e interesantes, algunas con unos dibujos totalmente a la altura.
Resumiendo, no merece la pena, lo cual es una pena, porque insisto, las ilustraciones son muy molonas.
Bien, en este caso yo he caído con una publicación que a priori me llamó la atención.
Mouse Guard. Otoño 1152.
La primera lectura me da una impresión bastante sólida: No es para tanto.
Si amigos, uno se deja influenciar por unas cuantas ilustraciones chulas, algunas menciones especiales y premios y se compra esta obra por el astronómico y totalmente desorbitado precio de 20 créditos imperiales (ya hablaré algún día de los precios que impone Norma Editorial a los cómics).
Bueno, pues uno termina de leerse el carísimo cómic y se queda con la sensación de que no es para tanto, el argumento no aporta nada más allá de la "originalidad" presentada por que los personajes sean unos pequeños roedores. La parte más chula es la correspondiente a las últimas páginas, con ilustraciones, mapas y cosas así. Ni siquiera el "arte secuencial" es digno de mención, las escenas de acción son muy estáticas. Lo realmente destacable son los escenarios, y localizaciones, muy bonitas todas.
En fin, me imagino que los americanos no están acostumbrados a las historias de corte medieval, y cualquier cosa les impresiona. Aquí con los buenos ejemplos de cómic francés tenemos historias mucho más elaboradas e interesantes, algunas con unos dibujos totalmente a la altura.
Resumiendo, no merece la pena, lo cual es una pena, porque insisto, las ilustraciones son muy molonas.